Fútbol, humo y tacones

Aunque no es de mi agrado el sentimiento futbolero, ante la presencia de ciertos eventos deportivos uno es capaz de sentarse a mirar, que no ver, el televisor buscandole la gracia al momento futbolístico. Sobretodo si es en compañía y alcohol, (aunque sea poco...la embrio aprieta y acordarse de los autores de la partenogénesis experimental por traumatismo ahoga).
El día del partido del Barcelona acudí a mi futura casa, acompañado por FA, con el simple propósito de ver a mis amigos y no estudiar en un buen rato. Abundaba la presencia femenina, para no variar, a excepción del doctor Jose Cordoba, y creo que "el conejo de Gema" (no es un chiste fácil... y ni siquiera estoy seguro de que sea macho). El partido estaba empezado e iba ganando el Barcelona y los ánimos se calentaban pero no desde el punto de vista de la mentalidad masculina.
Faltó tiempo para que se empezasen a escuchar comentarios sobre tipos de peinados..."que si yo me iría con este una noche en la punta pero en realidad no me gusta"..." que mira que guapo es Guardiola"...en fín, las clásicas conversaciones que todos hemos escucha alguna vez en las peñas de fútbol o bares de humo y serrín.
Las admiraciones rostrales de futbolistas me hizo pensar que qué más daba el aspecto que tuvieran siempre que jugasen bien . Demos gracias a dios de que Messi sea un excelente deportista y por eso sea reclamo publicitario de eventos culturales e intelecuales...perdón, no me acordaba...era protagonista de anuncios de papillas..o postres...en definitiva alimentos que no requieran el sobreesfuerzo mental de masticar para poder comerlos. Sino fuese por esto habría que verlo intentando ganarse la vida con la cara que tiene . Metido en el tema que me ocupa más la cabeza diría que tiene toda la cara de Anton van Leewenhook, indivíduo que describe por primera vez al gameto masculino..gratificante trabajo el de este individuo.
Frikadas a parte, contabamos esa noche con la presencia de una erudita futbolera capaz de recordar el nombre de cada jugador solo con escuchar el sonido que hacía al rematar. Tenía una posición privilegiada entre nosotros a la hora de disfrutar del partido pero sufrió lo suyo ya que es de sangre merengue cual diabética no insulinizada.
También amenizaba el momento una anfitriona experta en dar vueltas a las pizzas dentro del propio horno (ya me contarás el truco) y algún elemento femenino más que podrá ser analizado detenidamente en próximas entradas...aventuras y desventuras de L y A.
El fín de esta entrada era simplemente recomendar que se saque del contexto masculino tradicional actos como ver partidos de fútbol o intentar ver una película porno, con argumento (JA), hasta el final. No digo que sea ni mejor ni peor, simplemente diferente y lo diferente siempre es más bonito.
He comentado de puntillas el tema de la película porno pero que no crean los implicados en la historia que no contaré algún día lo que pasó esa noche con pelos y señales...(pero ni pelos ni señales de las que estais pensando, guarrunos).
Un saludao.
Ma