domingo, 26 de julio de 2009

Piedras en el camino...

He hecho mal en hacerlo bien... mi camino siempre ha estado lleno de piedras, como los caminos de todos... pero mientras otros se caían y aprendían a levantarse, yo las evitaba, no importaba cómo: las saltaba o las rodeaba, pero no tropezaba... y las consecuencias las noto ahora... aparecen piedras demasiado grandes o tan pequeñas que no me doy cuenta y con las que me tropiezo continuamente... y vuelvo al pasado, a cuando era una niña y me caía... supongo que al principio esperaba a que alguien me levantara, me curara "eso" rojo de las rodillas y lloraba desconsoladamente, pensando que el dolor no se acabaría nunca. Si me pasara ahora, simplemente me jodería, me levantaría y me curaría, porque me he tirado años por los suelos. Cosas que da la experiencia.

Bueno, pues sólo es cuestión de trasladar esa situación al plano no material... digamos que mi experiencia aquí es como la de un niño que está empezando a andar y tiene sus primeras caídas... no sé reaccionar, me quedo paralizada, tirada, desconsolada, sin saber qué hacer, dependiendo y esperando a que todo me lo solucionen los demás, aunque odie inmensamente reconocerlo... y la culpa es mía, por hacer de la evitación mi bandera, pensando que sin problemas sería más feliz. Y sé que esto es señal de que crezco como persona, pero, joder... ¡qué miedo da!

En estos momentos echo de menos tener 5 años y que mi mayor preocupación sea cambiarle los pañales al nenuco...

miércoles, 22 de julio de 2009

El reloj parado a las 7


En una de las paredes de mi cuarto hay colgado un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas, detenidas desde casi siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto. Casi siempre, el reloj es sólo un inútil adorno sobre una blanquecina y vacía pared.

Sin embargo, hay dos momentos en el día, dos fugaces instantes, en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como un ave fénix. Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares, y los cucús y los gongs de las máquinas hacen sonar siete veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces al día, por la mañana y por la noche, el reloj se siente en completa armonía con el resto del mundo. Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección... Pero, pasado ese instante, cuando los demás relojes callan su canto y las manecillas continúan su monótono camino, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que una vez detuvo su andar.

Y yo amo ese reloj. Y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez siento que me parezco más a él. También yo estoy detenido en un tiempo. También yo me siento clavado e inmóvil. También yo soy, de alguna manera, un adorno inútil en una pared vacía.

Pero disfruto también de fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora. Durante ese tiempo siento que estoy vivo. Todo está claro y el mundo se vuelve maravilloso. Puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todo el resto del tiempo. Estas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable. La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siempre. Pero no fue así. Como mi amigo el reloj, también se me escapa el tiempo de los demás.

Pasados esos momentos, los demás relojes, que anidan en otros hombres, continúan su giro, y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar, que acostumbro a llamar vida. Pero sé que la vida es otra cosa. Yo sé que la vida, la de verdad, es la suma de aquellos momentos que, aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía del universo. Casi todo el mundo, pobre, cree que vive. Solo hay momentos de plenitud, y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir para siempre, quedarán condenados al mundo del gris y repetitivo andar de la cotidianidad. Por eso te amo reloj. Porque somos la misma cosa tú y yo.

Papini, 1907

jueves, 16 de julio de 2009

Fin

¿Lo has dicho? Te quiero. No quiero vivir sin ti. Has cambiado mi vida. ¿Lo has dicho?

Haz un plan. Márcate un objetivo. Inténta lograrlo, pero, de vez en cuando, mira a tu alrededor, vive a fondo porque esta es tu vida y quizás mañana se acabe...

miércoles, 15 de julio de 2009

Serpientes de Verano


La frase que da título a esta entrada suele usarse en el mundo periodístico para designar a aquellas noticias que se "sacan de debajo de las piedras" durante los meses de verano, cuando todo el mundo está de vacaciones y no hay mucho que contar. Comenzó a usarse con Nessie, el monstruo del Lago Ness, cuando todos los agostos reaparecían artículos, fotos y nuevos avistamientos sospechosos del monstruíto...

Pero las serpientes que a mí me preocupan este verano no son las periodísticas, sino las que pertenecen al reino animal... llevo días oyendo que aparecen culebrillas, serpientes e incluso ratones que escalan, trepan y se cuelan por todos lados... (qué exagerada es la gente, pensaba yo...) Pues no.

El otro día estaba tranquilamente en la cocina de casa, cuando oigo una voz suplicante desde el patio (me llamaba mi madre). Salgo y la veo con un hacha en cada mano (situación que me dio un poco de miedo, para qué mentir...), diciéndome que había una "culebrilla" en el cuarto de baño. Me asomo, miro por el suelo y no veo nada... yo, como buena ilusa, buscaba una pequeña culebrilla por los rincones... pero mi madre señaló el lavabo... y la vi... eso no era una culebrilla, era una serpiente con todas las letras, enroscada en los grifos y levantando su cabecita... tan negra, tan larga... no había forma de sacarla de allí... hasta que recurrimos a "Casa Jardín" (un insecticida) para, según mi madre, "atontarla".

La pobre serpiente quedó tan blanca como la nieve (después de gastar medio bote, eso sí) y de ahí pasó a la tierra, donde mi madre, sin piedad, se ensañó y la despedazó un poquito... Traté de pararla, pero se escudaba en el "por si acaso". Y ahí se quedó la cosa... los restos se lo dejamos de regalo a mi padre... hay que compartir no?

Era la primera vez que veía una serpiente cerca y viva (esto de viva no duró mucho...) y llegué a la conclusión de que mi madre y un hacha deberían permanecer lejos una de la otra... por el bien de la fauna que habita en mi jardín...

Un beso!

Fa

miércoles, 8 de julio de 2009

Apenado no es ausencia de pene

Todo parece estar listo para empezar el verano. Las playas estan limpias y llenas de gente, el sol apretando desde las 9 de la mañana, el despertador precintado hasta que pasen 2 meses (en verano uno se levanta cuando se despierta), la piel con un tono más cercano al de Obama que al de Michael Jackson (pequeño homenaje pedófilo...bueno no, que ahora es un santo...raro de cojones pero un santo, JA). El calendario debe estar desordenado,(uno tiene la obligación de no saber con exactitud si estamos a lunes o a sábado...da igual el día si el plan es bueno) y el único estrés que se debe tener es pasar las vacaciones con la sensación de que no esta tirando los días y hacer aquello que no hacemos el resto del año (estudiar,ja).
Esto es lo que todos nos mereceríamos como recompensa tras un año de esfuerzo...pero NO.
Las playas ahora estan llenas de gente, y siguen estando igual de cerca...pero en realidad quedan más lejos, si te atas el peso de los apuntes sobre los que ahora poso los pies uno no es capaz de moverse. Cádiz sigue estando ahí, con sus bares (con Pepe que ahora es Miguel), su sol, sus calles como de pueblo (me encanta andar por el centro por mitad de la calle porque no hay coches, de hecho pruebo a hacerlo en las ciudades en las que estoy para sentirme como en Cádiz, pero quizás un día moriré atropellado por gracioso), pero estas calles no estan llenas de la gente que uno quiere. Cada uno en su casa y Gonzalez Infante (el de bases psicológicas) en la de todos.
Cádiz sigue con su tasa de paro, cuando se habla de Cádiz como la "tasita de plata" quizás sea por esto, (excusad el comentario pero el calor me esta afectando).
El despertador no debería de sonar...pero mi rebeldía hace que me lo ponga temprano para estudiar...quién quiere leer en la playa una novelita interesante cuando se puede quedar estudiando en su casa, propongo una foto de mi mesa de estudio para la portada del nuevo VACACIONES SANTILLANA, (ya tenía que ser torpe el Santillana este para no salir limpio ningún verano).
Quién quiere ir a festivales, (Fa te vuelvo a fallar con a, saluda a los Vetusta que se que eres la más grupi), si puedo hacer guardias de 24 horas los fines de semana.
El verano es solo una parte del año y la única diferencia con el resto del año es que uno debe ser capaz de hacer todo lo que no hizo en tan solo 2 meses, añadiendo temperaturas que arrastran más al alcoholismo de chiringuito que a la sed de conocimientos.
Ánimo para todos los sufridores y suerte.
Un saludo.
Ma

martes, 7 de julio de 2009

¬¬

El mundo es una mierda...

sábado, 4 de julio de 2009

Declaración de intenciones

Ya estoy aquí. He llegado en silencio, sin que te hayas dado cuenta, usando los más diversos disfraces para confundirte. He trazado un camino junto al tuyo, paralelo, pero independiente. Contiguo, pero no continuo. A la suficiente distancia para que nuestras manos se toquen, pero sin posibilidad alguna de que se unan. No nos fusionaremos, no seremos esa especie de 2 en 1 de los que todos hablan cuando se enamoran. No quiero ser una unidad, sino, mejor un 1+1 distinto a 2.

Esta es la teoría, mi teoría, lo que deseo. En la práctica, será distinto, como siempre pasa.Voy a ser un veneno, te aviso. Al principio, querrás de mí dosis pequeñas. No seré una necesidad. Irán aumentando poco a poco, sin que te des cuenta. Me voy a agarrar a tus entrañas y no me soltaré. Nunca. Serás vulnerable, débil... No existen centros de rehabilitación para esta droga, ni metadona para pasar el mono. No voy a parar hasta que yo misma rezume por todos los poros de tu piel. Porque así está escrito y, como tal, sucederá. Quizás, con el tiempo, te des cuenta de todo, pero ya serás tanto yo, que sin mí no serás nada. La lucha será inútil; la batalla más difícil, la tendrás cada día contigo mismo...

Dicen que el que avisa no es traidor... lo hago para que cuando descubras que estás perdido, que de ti ya no queda nada, tan solo dependencia, no te sorprendas...

Aunque no quiera, voy a destrozarte.

He llegado y te aviso que es para quedarme.

Fa