domingo, 18 de abril de 2010

Amplitud de horquilla

Pues nada....que me pasa lo de siempre...hoy a trabajar, pero no me quejo de eso, lo hago de lo siguiente...

A las 9 de la mañana llega una paciente conocida por sus altibajos etílicos, parece que va bien aunque de primeras dudo (ya explicaré mi relación con las cosas y el olfato...anosmia se llama), le tomo la tensión y todo normal. Me comenta que volverá por la noche a mirarsela otra vez porque se tiene que hacer un control o no se que historia me estaba contando.

Pasan 4 horas y aparece la paciente, esta vez sí iba perjudicada y no hacía falta olerla, tan solo verla andar. Vuelve a venir para tomarse la tensión....y me dice ha venido antes porque le cogía de camino...que luego se queda dormida o no se que historia. Me dispongo a tomarle la tensión y empieza el ataque...
La señora no se da cuenta de que si tengo el fonendo puesto no la escucho...pero da igual, su cara lo dice todo.
Le digo que estire el brazo...y el brazo es extendido hasta casi caer de la silla con tal de tocarme (tengo experiencia en estas cosas y la esquivé cual Mohamed Alí).
Le comento que todo esta bien y me cambia de tema hablando de mi pelo. Su persona se fusiona con un estilista virtual y empieza a recomendarme peinados y arreglos florales para la cabeza.
Me acerco a la puerta cordialmente y me salgo...ella me sigue continuando con las recomendaciones capilares hasta el momento en que llevo un rato callado y me dice...si es que estas muy guapo con el pelo corto...bueno que eres guapo aunque no te peles...pero que me gustas a mi con el pelo corto...asi arreglado...
Y yo...mmm ahhh, bien, bien..lo tendré en cuenta. Abrió la puerta y se fue, no sin decirme antes que esperaba verme mañana por la mañana.

La horquilla sobre la que despierto pasiones se agranda y me esta dando que pensar...
Empezaron siendo profesores de mediana edad con pasión por los perros que se comían apuntes y esta derivando en personajes etílicos precirróticos con una visión muy particular de la realidad.

No le buscaré respuestas a estas reacciones si quiero seguir estando cuerdo, espero no recibir guiñoteos furtivos mañana cuando desayune en el mentidero...

PD.: (ya tenemos una pegatina del blog en los cuartos de baño del Vaticano....gracias frikiiisima)

sábado, 3 de abril de 2010

La elección

Tan solo llevo 2 horas en mi casa y me he dado cuenta de la cantidad de sutiles elecciones a las que tengo que hacer frente a lo largo de un día. Son situaciones cotidianas que pasan inadvertidas para la mayoría pero que en mi inapropiado cerebro puede resultar todo un calvario elegir un camino u otro.
El pan esta tostándose...qué le pongo...tengo un cigarro en la boca y en la mano un libro para dejarlo...enciendo el Ipod y la rueda se desplaza de la A a la Z (no tengo nada en la Z....pero solo de momento)...me quiero sentar a estudiar y no solo dudo sobre con qué empezar... sino donde...biblioteca, salón, habitación, cuarto de baño. Trabajé anoche...duermo o reviento mi ciclo circadiano...
En fin que las elecciones no son lo mio y esta llegando a un punto en el que necesito arreglarlo sino quiero volverme loco.
Necesito buscar un método de elección rápido, sencillo y que deje el azar para aquellos que estudian probabilidad.
Esta noche encontré la solución al problema mientras el teléfono del trabajo sonaba a ritmo de semana santa.
A continuación expongo mi metodología:

Me coloco en el centro de una habitación con los brazos extendidos.
Clavo el pie derecho en el suelo y empiezo a patear con el izquierdo de manera que empiece a dar vueltas sobre un eje fijo imaginario...(se que no parece algo muy lógico pero por algo tenía que empezar).
Es cierto que durante los 3 primeros minutos no pasaba nada, pero al poco empecé a notar como se me hinchaban las manos. En ese momento pensé que era la solución...mis dedos se pondrían rígidos y señalarían el objeto o situación elegidas...pero no funcionó...mis manos se quedaron quietas.

Aun asi seguí insistiendo. A los pocos minutos de seguir girando la vista se me nubló y pensé...en breve tendré una revelación que me ayudará a afrontar mis incertidumbres diarias...lo vería todo más claro...pero no funcionó...perdí la vista y un diente al golpearme contra una puerta.

Me desmotivé un poco pero no quise parar...o no podía, no lo se. A los pocos minutos fueron mis oídos. Un zumbido llenó mi cabeza y convencido estaba de que aquí llegaba la verdadera revelación. La voz de Constantino Romero me susurraría al oído que debía hacer en cada momento.
Si por fin funcionaba lo podría utilizar en todos los aspectos de mi vida. Los exámenes tipo test ya no tendría ningún misterio para mí ...ni la palabra wheezer...solo tendría que dar unas vueltecillas y a mi oído llegaría la solución...pero la cosa tampoco funcionó...de zumbido pasé a sordera y sudoración.

Entonces paré y me di cuenta de que mi teoría tenía un error de base...asi nunca encontraría la manera de elegir entre varias opciones en mi vida. Tenia que mejorar mi método y salir de la duda constante.

Asi que me decidí a cambiar de pie y empecé a girar en sentido contrario...


Un saludo, MA

jueves, 1 de abril de 2010

Lucero de la mañana


Es inevitable sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando paso delante de donde duermes…
Y creer que puedes saber lo que estoy pensando en ese mismo momento, como si existiera una conexión especial que te permitiera saber lo que pasa por mi cabeza sin palabras.

Tengo pocos recuerdos y la mayoría de ellos transformados por mi imaginación o incluso inventados… según los demás, es imposible que me acuerde… así que me cansé de que no me entiendan y ya no hablo de ti, pero los sentimientos no pueden inventarse.

Antes, solía decir que de lo único que estaba segura era de que tú eras la persona a la que más quería en este mundo…pero eso era antes de descubrir que las palabras pueden hacer daño.

Odio no poder recordar lo bueno y tener lo peor grabado a fuego en mi memoria. Lo odio.

Y ya casi nunca pienso en ti… vienes a mi cabeza cuando alguien me dice que se acuerda de ti cuando me ve pasear por la calle y entonces, no puedo evitar sentirme triste y también un poco culpable, pero contra el paso del tiempo no se puede luchar.

Y hoy, no me preguntes el porqué, me he dado cuenta de que no recuerdo tu voz. Y sin el menor aviso, este descubrimiento me ha golpeado fuerte… demasiado quizás.

El único refugio q te queda es el Lucero de la mañana… por suerte para mí mientras siga amaneciendo, seguirás conmigo.