sábado, 3 de abril de 2010

La elección

Tan solo llevo 2 horas en mi casa y me he dado cuenta de la cantidad de sutiles elecciones a las que tengo que hacer frente a lo largo de un día. Son situaciones cotidianas que pasan inadvertidas para la mayoría pero que en mi inapropiado cerebro puede resultar todo un calvario elegir un camino u otro.
El pan esta tostándose...qué le pongo...tengo un cigarro en la boca y en la mano un libro para dejarlo...enciendo el Ipod y la rueda se desplaza de la A a la Z (no tengo nada en la Z....pero solo de momento)...me quiero sentar a estudiar y no solo dudo sobre con qué empezar... sino donde...biblioteca, salón, habitación, cuarto de baño. Trabajé anoche...duermo o reviento mi ciclo circadiano...
En fin que las elecciones no son lo mio y esta llegando a un punto en el que necesito arreglarlo sino quiero volverme loco.
Necesito buscar un método de elección rápido, sencillo y que deje el azar para aquellos que estudian probabilidad.
Esta noche encontré la solución al problema mientras el teléfono del trabajo sonaba a ritmo de semana santa.
A continuación expongo mi metodología:

Me coloco en el centro de una habitación con los brazos extendidos.
Clavo el pie derecho en el suelo y empiezo a patear con el izquierdo de manera que empiece a dar vueltas sobre un eje fijo imaginario...(se que no parece algo muy lógico pero por algo tenía que empezar).
Es cierto que durante los 3 primeros minutos no pasaba nada, pero al poco empecé a notar como se me hinchaban las manos. En ese momento pensé que era la solución...mis dedos se pondrían rígidos y señalarían el objeto o situación elegidas...pero no funcionó...mis manos se quedaron quietas.

Aun asi seguí insistiendo. A los pocos minutos de seguir girando la vista se me nubló y pensé...en breve tendré una revelación que me ayudará a afrontar mis incertidumbres diarias...lo vería todo más claro...pero no funcionó...perdí la vista y un diente al golpearme contra una puerta.

Me desmotivé un poco pero no quise parar...o no podía, no lo se. A los pocos minutos fueron mis oídos. Un zumbido llenó mi cabeza y convencido estaba de que aquí llegaba la verdadera revelación. La voz de Constantino Romero me susurraría al oído que debía hacer en cada momento.
Si por fin funcionaba lo podría utilizar en todos los aspectos de mi vida. Los exámenes tipo test ya no tendría ningún misterio para mí ...ni la palabra wheezer...solo tendría que dar unas vueltecillas y a mi oído llegaría la solución...pero la cosa tampoco funcionó...de zumbido pasé a sordera y sudoración.

Entonces paré y me di cuenta de que mi teoría tenía un error de base...asi nunca encontraría la manera de elegir entre varias opciones en mi vida. Tenia que mejorar mi método y salir de la duda constante.

Asi que me decidí a cambiar de pie y empecé a girar en sentido contrario...


Un saludo, MA

2 comentarios:

  1. ¿Cuando empezaste a girar con el otro pie apareció la voz de Constantino Romero tío?
    Es que me he quedado con las ganas...

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